Con el paso del tiempo, los signos de la edad empiezan a hacerse visibles. Es el caso del descolgamiento facial, nos enfrentamos con una disminución de la elasticidad de la piel, que acarreará la pérdida de la continuidad del óvalo facial y el descendimiento de pómulos, mejillas y/o cejas.
Básicamente, nuestra piel facial pierde la forma y comienza a descolgarse. La razón principal radica en la pérdida progresiva de algunos componentes que tenemos de forma natural y que el cuerpo deja de producir a partir de cierta edad como son el colágeno o la elastina, proteínas clave para la consistencia de la piel.
¿Es posible hacer algo para frenarlo? En las siguientes líneas te detallaremos cómo acabar con el descolgamiento facial.
Tratamientos para el descolgamiento facial
Ya que el descolgamiento facial está propiciado por la falta de estos componentes mencionados anteriormente, la estrategia para tratarlo sería suplir estas carencias.
Desde tratamientos preventivos, hasta correctivos. Los signos de la edad y la búsqueda para remediarlos llevan acompañando a la raza humana desde tiempos inmemoriales, por lo que las opciones en este campo son muchísimas. Algunas de las que están en auge, por su efectividad y accesibilidad:
- Radiofrecuencia: es un procedimiento indoloro que consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas, favoreciendo la formación de nuevo colágeno. Alta penetración en las capas de la dermis en varias sesiones.
- Láser: procedimiento indoloro consistente en el calentamiento selectivo de zonas a tratar. Penetraciones más bajas y en varias sesiones.
- Ultrasonidos: trata la flacidez cutánea y flacidez leve muscular o ligamentosa. Se realiza en sesiones únicas de 1 a 3 horas.
- Hilos tensores: para tratar la flacidez leve a moderada, usando anestesia local en el punto de entrada y salida del hilo.
¿Cuáles son los síntomas más característicos del descolgamiento facial o flacidez facial?
A partir de los 30 años (y a veces incluso antes) es cuando normalmente los usuarios suelen notar los primeros síntomas del descolgamiento facial. Al principio se hacen más evidentes en la zona de la mandíbula, como la aparición de la temida papada.
Pero progresivamente se van extendiendo a otras zonas de la cara, como pómulos, región frontal, párpados… El resultado es una pérdida general de firmeza, acompañada de la aparición de arrugas, pliegues y manchas en la piel.
En Clínica Dr Javier Collado estaremos encantados de asesorarte. Recuerda que antes de elegir cualquier alternativa, es importante tener una buena comunicación entre el especialista y el paciente, y así escoger el que más se adapte a tus necesidades. No lo dudes y reserva tu cita.
