En una rinoplastia o una rinoseptoplastia, con reconstrucción del tabique, siempre debemos buscar un resultado lo más natural posible, y ese resultado consiste en que la gente que nos conozca sí pueda darse cuenta que no hemos corregido la deformidad nasal previa, pero los que no nos conozcan no se den cuenta que estamos operados, pues el resultado tiene que ser lo más natural posible.
Es fácil encontrarse gente que tienda a pensar en resultados poco naturales en cuanto a rinoplastia, pues todos fuimos conscientes en los años ´80 y ´90 de aquellas narices con un dorso “en tobogán” en las que la excisión de hueso nasal se realizó de una forma muy agresiva. O bien aquellas en las que la punta nasal subía tanto que nos recordaba a cierto animal.
Por todo ello, los cirujanos plásticos que realizamos de forma habitual rinoplastia siempre debemos tratar la nariz de una forma conservadora a la hora de escindir tejidos que puedan generar resultados antinaturales o no deseados por parte del paciente.
Otra vertiente de esta intervención, es la cicatrización, que a veces se escapa de las manos del cirujano y que puede generar un resultado no deseado, dando lugar a retoques secundarios. Os invitamos a solicitar una cita previa en la que valoremos vuestro caso particular y analizar en ventajas y desventajas así como opciones que más se adapten a vuestra necesidad. La 1ª Cita siempre es gratis y no implica compromiso alguno.
